La primera vez en que fue utilizado el nombre "América" en Europa para designar las tierras a las que llegó Cristóbal Colon en 1492, fue alrededor de 1507 en el libro Cosmographiae Introductio, escrito por el cartógrafo alemán Martín Waldseemüller, y que describía en sus trabajos las posesiones españolas de las islas del caribe, América Central y América del Sur, que dibujo en el primer mapa mundi existente, y que nombró en su conjunto como América en honor a Américo Vespucio,[1] [2] navegante de origen florentino al servicio de España, que fue el primer europeo en proponer que esas tierras eran en realidad un continente aparte y no las Indias como se pensaba durante de su descubrimiento. Siguiendo la línea de los otros continentes que llevaban nombres de mujeres, se latinizó el nombre del explorador y se feminizó resultando "América".[3] Gracias al desarrollo de la imprenta, las denominaciones de Waldseemüller se divulgaron rápidamente en los círculos científicos de Europa.[4]
Para referirse a las islas y toda la masa continental del hemisferio occidental el geógrafo de origen flamenco Gerardus Mercator usó la misma palabra América por primera vez en sus trabajos cartográficos con un mapa del mundo editado en el año 1538. Por otro lado la Monarquía Española denominó jurídicamente a sus posesiones americanas como Reinos castellanos de Indias. La Corona Británica las llamó Indias Occidentales.
Otras teorías que ya no aportan documentación, más tardías y que también están menos difundidas afirman que el nombre "América" proviene de un mercader Richard Amerike,[5] que habría financiado el viaje de Juan Caboto,[6] a Terranova en 1497 o de una región llamada Amerrique, ubicada en la actual Nicaragua,[7] la cual poseía grandes recursos de oro que habrían descubierto tanto por Colón como Vespucio y que incluso este último habría cambiado su nombre en honor a dicha zona.